- Los datos no se borran cuando se apaga el ordenador.
- La velocidad de lectura/escritura es mucho más lenta que en la memoria RAM.
Sin embargo, el disco duro también es un elemento esencial del ordenador. Necesitamos tener suficiente espacio para instalar el sistema operativo principal, y además, poder almacenar datos (documentos, fotografías, música, etc.).
Los dos parámetros a tener en cuenta a la hora de comprar un disco duro son:
- La velocidad: se mide en rpm (revoluciones por minuto), y cuanto mayor sea el número, más rápido se podrá leer o escribir en disco.
- La capacidad o tamaño: actualmente se mide en GB (gigabyte), aunque ya empieza a haber en el mercado discos duros de más 1000 GB, por lo que pronto se utilizará la nomenclatura TB (terabyte).
A nivel doméstico, consideramos clave que el consumidor se fije en la capacidad del disco (número de GB). Es decir, comprar un disco duro cuya capacidad de almacenamiento se adapte a las necesidades del usuario.
Si una persona sólo utiliza el ordenador para chatear por el msn, no necesita un disco duro muy grande, pero si el objetivo es descargarse y almacenar mucha música, será interesante comprar un disco duro de mucha capacidad. No obstante, es importante recordar que en caso de que el disco duro se le quede pequeño, siempre podrá comprar un disco duro externo más adelante, por lo que no es necesario gastarse una fortuna en el disco más caro del mercado. En líneas generales, un disco duro de 300GB es más que suficiente.
La velocidad del disco duro no debe considerarse un factor clave, ya que en cuanto a rendimiento global del ordenador, en la mayoría de casos, no hay apenas diferencias entre 2 discos duros que trabajen a distinta velocidad (por ejemplo, 5400 rpm vs 7200 rpm).
¿Cuándo nos fijaremos en la velocidad? Muy fácil: cuando existan dos discos duros con la misma capacidad y precios idénticos o muy parecidos, optaremos por el más rápido.
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